Si la vida no fuera un pedregoso camino por el cual andar quizás lágrimas habrían brotado del ser alegre que hoy escribe estas aparentes desdichadas palabras...
Hectáreas de vivos colores he cosechado hace mucho tiempo, brotes de tristeza he cuidado y con la luz que me ilumina han crecido como fuertes lecciones que hoy dichoso veo han quedado al recuerdo y aprendizaje de mi transitar.
Me he dedicado a coleccionar sonrisas en el tiempo de la lejanía... he recibido sonrisas de aprobación, sonrisas de "pobrecito", sonrisas de felicidad, sonrisas de gusto, sonrisas de satisfacción al verme crecer, etc. Sea cual sea la raza de aquella sonrisa, esconden solo una cosa en común: aprecio, algo que intento lograr sin dejar mi esencia, siendo yo.
En mi vida han sido tan pocas las grandes felicidades, pero tan continuas las pequeñas felicidades que mi saco en ocasiones rebalsa y debo compartir un poco de ella.
Pensándolo bien, si nunca nada me ha resultado fácil, nunca nada ha sido terrible y las tristezas han sido unas piedrecillas necesarias que pisar. Si no conociéramos las tristezas...¿sabríamos lo que es la felicidad?. Una de mis últimas tristezas fue, en un comienzo, una de las felicidades más grandes que he tenido...la amistad quizás más bella...pero terminó sin darme cuenta y pase a que va más de medio año de aquella vez no lo he superado totalmente... si bien he aprendido a vivir con ese trágico capítulo de mi vida a cuestas y moverme a paso ligero.
Hay tanto por qué estar feliz, que cosas que nos pasen no nos debieran nunca hacer caer definitivamente... hace mucho escribí en algún lugar del ciber espacio "un hombre abatido no es más que un hombre que se debe poner de pié nuevamente". En el minuto nunca dimensioné el profundo significado de aquella frase, quizás es como dijo el Guasón en BATMAN.."Lo que no te mata, te hace más fuerte".
